miércoles, 11 de noviembre de 2009

Desde mi Soledad

Hay nubes grises esta tarde en mi cielo
y la tormenta no tardará en llegar.
Veo la gente corriendo en las calles,
y yo las contemplo desde mi soledad.
Un viento furioso golpea mi rostro
y Tú en otrosa brazos contenta estarás.
Siento mucha pena, no t ngo alegría,
me muerdo los labios para no gritar.
Siento una cruz tan pesada en mi espalda.
Tú, voluntariosa, la ayudaste a cargar.
Estoy tan solo y cansado esta tarde,
pero ya no quiero tu dulce piedad.
Ya no sueño tu rostro en las noches,
ni siquiera extraño ese candor;
mi corazón curado contento sonríe,
y el tuyo mendiga migajas de amor.
Juan Ceferino Pavón.
Fuente: Soy Diaguita.

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